Y en mi interior yo tengo una playa/
donde fabrico mis recuerdos perfectos
(Historia de tres bares II)
Antes de que se me vayan los temas de las teclas, retomo la serie que inicié con el Café Windsor.
El segundo de los bares de mi vida se llamaba Café Tango y también estaba situado en el Casco Viejo de Zaragoza, en la calle Méndez Núñez, mucho antes de que se pusiera de moda como calle cool llena de bares y de tiendas de ropas y de entrada a la zona de tapas. Creo que lo descubrí (o descubrimos, a medias con Alfonso, no sé) alguno de los días que íbamos a la llorada librería Pérez de la calle Estébanes a rebuscar en sus insondables fondos (¿qué se fizo de tamaño montón de libros, do fueron a parar?). Hoy es una tienda de informática, a la que le auguro un futuro mínimo, pero mantiene los dos estupendos ventanales que tanto me gustaban.
Era un lugar estupendo para tomar un buen café en mesa de mármol (prometo un día una entrada sobre esa bebida que tanto significa) y oyendo el mejor jazz. Al principio de ir, lo llevaban dos chicos y poco más tarde se quedó solo Toño, con el que después he quedado tantas veces para ir de vinos e incluso algún viaje con su 2cv (parecido, sin chica, a este modelo de la foto). Recuerdo, por ejemplo, uno en verano a su Logroño natal, viendo las estrellas con la capota quitada. A lo que iba, el bar se convirtió en un refugio al que iba en ocasiones hasta 2 veces al día, en el que hablar y escuchar buen jazz, leyendo, escribiendo, sintiéndose estupendamente. Toño nos fue advirtiendo de que la finca la había comprado una gente que quería especular y él aguantó hasta que vendió el local. Después, le perdí la pista, tan aficionado como era a perder móviles y direcciones. Alguien me dijo que se había comprado un barquito y que vivía en él en el puerto de BCN, el caso es que ese segundo bar, en mitad del Tubo, pasó a mejor vida.
P.S. Al principio, el jazz que sonaba en el Tango era en casete y luego pasamos al cd y a intercambiarnos mucha música. Este maravilloso cd de Ben Webster y Harry Edison sonó cientos de veces, así que ahí os lo dejo. Luego pondré algún vídeo de jazz. Salud. Etiquetas: bares, Café Tango, Cafés, vida cotidiana