La vuelta a casa, a alguna casa
Pues sí, de nuevo en alguna casa, que decía el Calamaro de Honestidad Brutal, si no recuerdo mal. Nada más llegar ayer de Viena estuve a punto de poner una entrada para tener las cosas frescas, pero como dice aquél, cuando viaja uno en medios de transporte raudos, primero llega uno y luego su alma, así que lo dejé para hoy.
Todavía no he puesto las fotos en el ordenador, así que tardaré unos días en subir algunas. He hecho algunas de mis series favoritas: estatuas en la calle, farolas, cafés, gárgolas... No he querido hacer ninguna de cuadros porque realmente en la red se encuentran bien las imágenes, además de que esté prohibido hacerlas con flash y entonces quedan flojas.
¿Impresiones? Un poco de todo. Como dice mi amigo Jose Ramón Díez Espinosa, son raritos los austríacos, me ha costado un montón encontrar libros de mis favoritos (Roth, Zweig, Kraus, Schnitzler...) y nada en inglés, excepto una guía artística de Viena, los cafés son estupendos (los locales, me refiero, la bebida que ponen como café no tanto), en los museos, carísimos, puedes pasar buenos ratos sobre todo a mí que me encanta el expresionismo y obras como la de Egon Schiele que ilustran este post. No tiene ni de lejos la vitalidad de Berlín ni el encanto de Praga (ni los turistas, todo hay que decirlo, ni la cerveza) y es un sitio tranquilo y amablemente civilizado, aunque con un aire un poco demodé, finisecular. Ya iré poniendo cosas del diario de viaje que fui escribiendo. Estábamos al lado del Prater y la mayor parte de los desplazamientos que hacíamos eran en tranvía, que es una excelente manera de ver una ciudad, sobre todo si pasan por la parte más antigua. Seguiremos informando.
P.S. La música mental que me acompañó durante todo el viaje fue Trans Europe Express, de Kraftwerk, que será lo que oiga al llegar a casa. Me parece una música adecuada para las visitas a los lugares con historia de Europa, los sitios donde han ocurrido las cosas que han conformado una cierta forma de ser. Su toque de frialdad supuesta, su perfección formal y melódica, su última canción que se queda con un vocoder repitiendo en un bucle "Europe endless" son excelentes para que no todo sea Strauss y familia (su estatua dorada en el parque de Staad es lo más kistch del viaje). Auf Wiedersehen!
Etiquetas: Kraftwerk, Viajes por España, Viena
4 Comments:
Bienvenido en una de esas casas. Espero con ansia las fotos. Y a ver si empiezas con el alemán; una persona tan políglota como tú tiene que darle ya un poquito (ah, y es Schnitzler, no Schindler, que éste es el de la lista, y no es lo mismo). Eso, que espero las fotos
Un saludo
Te recuerdo, querido Julio que TU (y yo) también has (he) sido turistas en Berlín y Praga. Y mi excelsa persona no se merece ese desprecio. Por cierto, te agradeceré que en las fotos que pongas no aparezca servidora, que para fastidiar el blog no te hago falta :p
Alfonso: Schnitzler está bien escrito, has debido de leerlo mal por error.
Schnitzler estaba mal scrito, pero mi afán perfeccionista hace que revise las cosas y luego las cambie si están mal. Y no te preocupes, nunca pongo fotos de gente ni e personas conocidas. No es desprecio, es discreción.
no sabia k eres tan poetico muy buenos los comentarios k haces en las fotos
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