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martes, enero 22, 2008













Un fin de semana de cine










Digo esto en sentido literal, es decir, un fin de semana en el que, además de leer (han caído un par de libros), lo que más he hecho ha sido ir al cine, a razón de peli por día.





Por orden de aparición, lo primero que vi el viernes fue la peli de la imagen que encabeza esta entrada, Desacuerdo perfecto, de Antoine de Cannes, de 2006. Se trata de la típica comedia romántica pero hecha con solvencia, elegancia (me sobra algún chiste escatológico) y sobre todo basada en la interpretación de estos dos astros incuestionables de la cinematografía gala, el siempre genial Jean Rochefort (inolvidable en El marido de la peluquera) y lo mismo cabe decir de Charlotte Rampling, que borda su papel. Tiene además el valor añadido de mostrar un amor maduro de forma tierna y a la vez ligera, y de unirlo a una excelente fotografía y un guión no muy manido. Ah, y atención a los mitómanos al desnudo de la Rampling, a sus 61 años... Una peli amable, sin más pretensiones.




Algo similar cabe decir de la que me zampé el sábado, Caramel, película de la guapísima libanesa Nadine Labaki. Todo transcurre prácticamente en el microcosmos de una peluquería libanesa, semanas antes de que Israel decidiera dar un paso más para resolver el conflicto con Palestina bombardeando durante días El Líbano... Bien, en esa peluquería y alrededores se van entrecruzando historias de mujeres con un tono más agridulce y profundo que en la otra peli, con unas imágenes cálidas y llenas de sensibilidad (por ejemplo, cuando le lavan el negrísimo y bellísimo pelo a una clienta asidua)... Así que también os la recomiendo, más que la anterior.



Y ya el domingo, cambié de continente cinematográfico y me fui a los EE.UU. a ver En el valle de Elah, de Paul Haggis, guionista que fue de Crash. En este caso, la peli versa sobre la reconstrucción de la figura de un hijo fallecido al volver de la guerra de Irak por parte de su padre, el siempre eficaz Tommy Lee Jones, que hace una de esas interpretaciones de óscar, llenas de humanidad y primeros planos que nos van descubriendo las verdades ocultas. Es más una peli de personajes (también fantástica la bellísima Charlize Theron, que hace un papel contenido, de los de "menos es más") que de temática social, nos interesa más la sicología de los personajes y sus vericuetos que la trama. A mí se me hizo algo larga y a veces redundante, pero para ser cine USA no está mal.

P.S. Me he dejado para este finde la de Álex de la Iglesia, Los crímenes de Oxford, pero llevo toda la mañana oyendo al grupo de Leonor Watling, Marlango, concretamente un cd titulado Selection, que tiene remezclas de su primer cd y versiones. Que vaya bien.

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