La alegría de los pies
Una frase que suelo repetir a menudo la decía mucho uno de mis mejores profesores de la carrera, la genial y estupenda (en muchos sentidos) Aurora Egido. Cuando nos explicaba la teoría de la novela en el Barroco nos citaba la frase que era la divisa de la época: "Per molto variar, natura è bella", lo cual equivale a decir que lo que tiene de bello la naturaleza es su variación. Los cientos y cientos de lectores de este humilde blog (quien dice cientos dice 3 ó 4) habrán podido observar que éste su autor es partidario de esa máxima, que si el undécimo mandamiento no escrito es "no molestar", el duodécimo sería "no aburrir" y de ahí la variedad de temas que van saliendo, y no es que no sepa de qué hablar, es que se me amontonan.
Hoy tocan los calcetines, esa humilde prenda tan maltratada en el vestuario masculino. Siempre he envidiado unas cuantas cosas de las mujeres, alguna que no voy a decir aquí por un cierto pudor, y otras de su indumentaria, como los pendientes, las faldas, las medias y calcetines. Desde siempre me han aburrido los calcetines de hombre, tan monocromáticos y aburridos, tan grises... Poco a poco van cambiando y ya, en tiendas para gente joven, se van encontrando calcetines de rayitas, de colores, con dibujos, que alegran un poco al pie y al que lo lleva, porque creo que su función es un poco ésa, dar un poco de simpatía a la indumentaria funcional.
Nunca me han gustado los calcetines de deporte, sólo en esa época tan amorfa como es la pubertad, en la que tu deseo de pertenencia y de imitación te lleva a ir "como todo el mundo" y desde hace tiempo voy acumulando calcetines irregulares, diferentes, coloridos. Curiosamente, leyendo la semana pasada este excelente libro de Wolfgang Koeppen, Anotaciones de Jacob Littner desde un agujero bajo tierra, me entero de que una forma cifrada que tenían los checoslovacos partidarios de Hitler y de la anexión de la república Checoslovaca a Alemania de indicar su filiación política era llevar bien visibles los calcetines blancos, así que ya lo sabéis, rebuscad bien en las tiendas a la hora de elegir calcetines y que tengan color, alegría, desenfado... Y cuando me encontréis por ahí, mirad para abajo a ver qué envuelve mis pies.
P. S. Seguro que pensaréis que no hay música que tenga que ver con este post, pues creo que no, si os fijais en este fundacional disco del ska de los 80 de Madness, veréis que se les ven calcetines diferentes, y es que el ska es muy de enseñar los calcetines...
One step beyond...!
Etiquetas: calcetines, madness, vida cotidiana
3 Comments:
Buen comienzo de año para tu blog...
Ah, y si tienes curiosidad por saber cúanta gente entra en tu blog, que seguro que son más de tres, está este contador muy sencillo (hasta yo que soy totalmente inútil lo he podido instalar:
http://www.neoworx.net/blue/index.php?tool_id=29925
Saludos
Entiendo que haya cosas del mundo de las mujeres que te den envidia. Algo bueno teníamos que tener, ¿no?. Pero no termino de verte yo con pendientes, faldas, medias y calcetines :p
Eso sí, si decides ponerte el mundo por montera y salir a la calle con semejante atuendo, cuenta con mi total apoyo. Ya es hora de eliminar tabúes e impedimentos a la libre expresión...
En serio, pienso que alternas muy bien en tu blog los asuntos más y menos "serios". Éste, en concreto, muy divertido. Gracias por alegrarnos la vida con tus comentarios.
Gracias David, ahora falta que me digas cómo se coloca el marcador.
Pilar, un día me puse el vestido de una amiga y no se iba nada mal, pero para repetir no sé si fue. Gracias por la visita again.
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