narrow

sábado, enero 05, 2008





Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...








me he ido a pasar dos días allí a visitar a mi amigo, tantas veces citado aquí ( y las que vendrán...) José Ramón Díez Espinosa, a su mujer Lola y a su hijo común Juan (y su inagotable ingenio;-)). Hacía tiempo que no estaba tan a gusto en un lugar y con una gente, y más teniendo en cuenta que sólo conocía a Joserra (el mayor conocedor de historia de Alemania, Weimar y la cultura europea de comienzos del XX de España, sin exagerar) de una conversación de dos minutos tras una de sus conferencias con power point sobre la secretaria de Hitler, de la que ya hablé por aquí, y de innumerables correos y mensajes SMS desde entonces, además de paquetes de delicatessen varias que han ido en las dos direcciones.



Doy las gracias públicamente aquí a estos amigos y, para no entrar en intimidades, pasemos a hablar de Valladolid.



¿Qué idea se tiene de una ciudad en la que nunca has estado? A veces lo que los tópicos dicen de ella, lo que algún autor ha escrito sobre ella, lo que una reciente noticia te ha dejado en la cabeza... A mí me ha gustado, me ha parecido una ciudad culta, con mucha presencia de curas y conventos, un poco pija, con excelentes bares de tapas y vinos, un poco caótica y con un urbanismo muy poco "conservacionista", muy heterogéneo, y con unas librerías como para quedarse encerrado dentro de ellas cuando echen el cierre. Librerías grandes, de varios pisos y con libreros que saben lo que tienen y que miman y saludan al cliente, que es tratado más como un amigo que como un comprador. A lo mejor es que la bonhomía de mi cicerone Joserra, al que todos conocían y saludaban con cariño, me ha dado esa impresión.



Mi preferida ha sido la librería Sandoval, de la que no os puedo poner enlace porque no lo tiene, abarrotada de libros, con estantes hasta el altísimo techo en madera y hierro, cálida y ligeramente caótica, como a mí me gustan. Esta cerca de la Plaza Mayor (magnífica, por cierto, tal y como yo la esperaba), en la Plazuela del Salvador nº6. Seguro que no es la última vez que la visito. A la librería, a la ciudad y a mis amigos.


P.S. La banda sonora de este post pertenece, por motivos privados, a esta belleza que canta divinamente llamada Katie Melua. A disfrutar.

Etiquetas: , ,

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Las gracias te las damos a tí, ya no inteligente y simpático desconocido, sino encantador y entrañable amigo. Has sobrevivido a los tres "inagotables", regalándonos tu buen humor, tus lecturas y tu infinita paciencia.

8:59 p. m.  
Blogger narrow said...

Me voy a sonrojar de la vergüenza que me da que me elogien, y a estar horas no es cuestión de ponerse colorado. Me alegro de que la experiencia haya resultado bien recíprocamente. Beso y abrazo.

1:30 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home