Joseph Roth
He terminado de leerme un libro hace unos minutos del señor con cara de morsa, cigarrillo en la mano y copa pronta y presta a ser vaciada de aquí al lado. Se trata de Joseph Roth, nacido en Galitzia, actualmente Ucrania pero entonces imperio austro-húngaro (lo que me recuerda una historia que leí de una familia de tres generaciones que había pertenecido a tres países diferentes ¡sin cambiar de casa!). El libro se titula Las ciudades blancas y lo escribió Roth cuando todavía no había confitado su hígado en absenta y bebidas espirituosas (lo que también me lleva a recomendar otra novela suya, llevada al cine, La leyenda del santo bebedor) y estaba optimista. Narra en él sus impresiones durante un viaje al sur de Francia . El libro es de bolsillo auténtico, de hecho yo lo he leído en el bus y bares, y pertenece a una editorial que ya recomendé, http://www.editorialminuscula.com. Tiene perlas como ésta que cierra el último capitulillo, titulado "La gente":
He terminado de leerme un libro hace unos minutos del señor con cara de morsa, cigarrillo en la mano y copa pronta y presta a ser vaciada de aquí al lado. Se trata de Joseph Roth, nacido en Galitzia, actualmente Ucrania pero entonces imperio austro-húngaro (lo que me recuerda una historia que leí de una familia de tres generaciones que había pertenecido a tres países diferentes ¡sin cambiar de casa!). El libro se titula Las ciudades blancas y lo escribió Roth cuando todavía no había confitado su hígado en absenta y bebidas espirituosas (lo que también me lleva a recomendar otra novela suya, llevada al cine, La leyenda del santo bebedor) y estaba optimista. Narra en él sus impresiones durante un viaje al sur de Francia . El libro es de bolsillo auténtico, de hecho yo lo he leído en el bus y bares, y pertenece a una editorial que ya recomendé, http://www.editorialminuscula.com. Tiene perlas como ésta que cierra el último capitulillo, titulado "La gente":
"Arenas imponentes, templos sagrados, museos repletos de pétreos recuerdos, tradición, lealtad. Lenta es, sin embargo, la mirada al futuro. ¡Qué alegre es la vida! ¡Pero qué ligera es la
alegría! [...] Aquí no se está dispuesto a derramar su sangre. Aquí encuentra uno la infancia, la propia y la europea. En ningún sitio se siente uno en casa con tanta facilidad. E incluso quien abandona el país, se lleva lo mejor que puede dar una patria: la añoranza."
P.D. Suenan The Pavement, Wowee Zowee!, un poco demasiado noisy para mí, pero entretenido.
Etiquetas: joseph roth, literatura
2 Comments:
Cada día me gusta más el Roth periodista, sin desmerecer al novelista; es más directo, más ligero, y a la vez, tan profundo como siempre. En eso estoy, con un libro en italiano con excelentes artículos (cuando lo entiendo). Los textos que has puesto no se ven ni a 400%. Saludos
Pues sí, muy bueno, sobre todo esas crónicas volanderas para periódicos. Que aproveche el libro.
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