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martes, febrero 19, 2008




Un concierto en una lata








El sábado pasado estuve con mi amigo David Vela de concierto en Zaragoza, en un local que se llama La lata de bombillas, oyendo a Bart Davenport, este americanito que tenéis aquí arriba. A pesar de la falta de puntualidad, un concierto bonito, acústico, con canciones pop teñidas de dulzura y la melancolía de los ritmos de bossa. Yo tengo dos de sus tres cds, que me sorprendieron y gustaron. Éste, que siempre está saldado y que creo que es el último, es el que os recomiendo hoy.

La noche continúo entre cervezas y charla. La única pega que le puedo poner es que lo del tabaco en este país es de nota. No hay forma de salir por ahí por la noche a tomar una cerveza sin que todo tú acabes siendo un cenicero con pantalones. La excusa de que el extractor se lleva el calor y que por eso no lo ponen es tan mala e inconsistente como si te dicen que no ponen música en los bares porque la gente sufrirá luego problemas de oído. Una pena. Por algún sitio leí que para el 2010 en toda Europa no se podrá fumar en los bares de menos de unos metros. Eso espero, y a los de más metros, buenos extractores (en uso!), separación de zonas. Y, por supuesto, que en todos los sitios donde se coma algo no se pueda fumar.

Los demás lo agradeceremos.

P. S. Os dejo con una imagen de otro concierto en La lata para que veáis el porqué del nombre.

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4 Comments:

Blogger david said...

Pues sí que tragamos humos, sí; que yo estuve el domingo más de resaca de ceniza que de cervezas... eso me pasa por dejar de fumar.
Saludos y hasta pronto

1:10 a. m.  
Blogger narrow said...

A mí me ocurrió lo mismo, me levanté con una voz de corista de Tom Waits que parecía que me hubiera tragado un túnel.
Saludos again.

11:07 a. m.  
Blogger Pilar said...

Es indecente que los no fumadores no podamos tomarnos una copa (que sea de garrafón a precio de original es otro debate) sin poner en peligro nuestra salud y llegar a casa apestando a tabaco. Y digo que no podemos porque realmente no podemos: no hay bares de no fumadores y muy pocos de los obligados han separado ambientes.
Es absurdo que la ley me proteja en mi trabajo pero no en mis espacios de ocio. ¿Y al camarero no fumador? ¿Qué ley le protege?

Espero que sea cuestión de legislar, tiempo y educación, igual que ya nadie se plantea fumar en un cine, un hospital o un medio de transporte.

Pero mientras, nos tenemos que oir eso de: "No sé de qué te quejas, encima de que fumas gratis..." juassss....

10:30 p. m.  
Blogger narrow said...

Tiempo, tiempo, a ver si pasa rápido y podemos disfrutar de un aire normal. Hace años fue una gozada ir de pub en Dublin y acostarte sólo con la borrachera de cerveza, no la del humo.
A ver si llega...

2:40 p. m.  

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