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martes, septiembre 04, 2007



Autorretrato borroso






En esto de los blogs, hay un aspecto que me hace gracia, y es el anonimato. Para paliarlo en parte o para aumentarlo, aquí os dejo esta foto mía de mí mismo que hice este verano en Viena, en una de las casas bizarras del arquitecto Hundertwasser y unas notas que puse en el blog de conde-duque (http://conde-duque.blogspot.com/) que he ampliado.


1. A los 18 años me dejé barba y desde entonces no me la he quitado más que en algunas semanas de los veranos, como ahora. Escribí un cuento donde mi barba se iba de mi cara y se me reía.

2. Llevo desde la EGB sin beber leche, o sea, casi 30 años. Ahí no se incluye la leche merengada, los quemadillos y derivados lácteos.

3. Mi madre pensaba de pequeño que me iba a morir de hambre porque lo vomitaba todo, hasta que me dio chorizo de pamplona y aquí sigo. Me encanta el cerdo y sus amigos, incluyendo los vegetales.

4. El jazz no me gustaba, hasta que empecé a leer a Cortázar. Hoy tengo cientos de cds y me sigue gustando Cortázar.

5. El día que se inventaron las arañas, en vez de dios había un becario al mando.

6. Cuando era adolescente (es decir, el que adolece) me pegué varias horas en El corte inglés para que me firmara autógrafos Pino D'Angio, el de "Qué idea", oí la canción 456 veces y encima no conseguí nada de la chica a la que le di el autógrafo.

7. Durante el curso no tengo tele desde hace 10 años, pero sin radio, especialmente Radio 3, no sabría qué hacer.

8. De pequeño me gustaba presumir de heridas en las rodillas y si alguien tenía más que yo, especialmente un tal Arróniz, me sabía mal.

9. Los libros de Los cinco de Enid Blyton, junto con los TBO, Mortadelos, unos clásicos ilustrados de Bruguera y demás, fueron mis lecturas favoritas durante años.

10. Odio la estupidez, la chulería, el calor sofocante, el color rosa y alguna cosa más.

P.S. Como música, el disco que más veces he oído en mi vida ha sido The Man Machine, de Kraftwerk, que me puse a diario durante meses y meses.

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3 Comments:

Blogger Pilar said...

Yo no tengo barba (quizá algo de bigote pero se nota poco), tampoco bebo leche desde hace varios meses, pero no porque no me guste sino porque la sustituí por los preparados esos con Omega 3 a ver si me baja el colesterol. Mi madre no pensaba que me fuera a morir de hambre porque aquí donde me véis los que me conocéis, nací pesando más de 4 kilos, oronda y sonrosada (ya no conservo ninguna de las dos características). El jazz me ha ido gustando cada vez más, y te aseguro que escucharlo en el Iridium de Nueva York es un privilegio, al menos la primera vez, porque espero que no sea la última. Yo también he hecho el tonto por algún cantante o actor, y tampoco he conseguido casi nunca lo que esperaba de los hombres. Ahora ya sé que dar esperando algo a cambio es injusto y estúpido. Tengo tele y considero que todavía se pueden ver algunas cosas (pocas). La próxima vez que nos veamos en plena canícula, me pondré mi cursi vestido rosa con volantitos (no dices nada sobre la bordería, así que a callar :p)

4:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Alguna hay que no puede vivir sin ella, especialmente bien marrón, con mucho mucho café. Otras veces sirve para paliar los estragos que causa el alcohol la noche anterior y entonces me gusta blanca y entera, con sabor. Todos somos distintos: el jazz no sólo llega del oeste, hay algunos clarinetes del este que han conmovido más mi neurona que el propio Coltrane.

6:22 p. m.  
Blogger narrow said...

Gracias Pilar y A.nónimo, y en teoría esto sirve para que la gente ponga, a su vez, otras cosas de sí mismo que pocos saben. Es un juego.

Hasta otra.

12:33 a. m.  

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