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lunes, diciembre 25, 2006


Los puntos de lectura más bonitos del mundo

Ya sé que es navidad, y alguno esperará algún comentario al respecto, pero ya se sabe, a enemigo que huye, puente de plata. Y ahora en casa, con un estupendo cd de Tahiti 80 sonando (uno de mis grupos de pop favoritos, hoy suena el "Extra pieces of sunshine", versiones y caras b), la calefacción y un té Gràcia blend en la taza, ya ni me acuerdo del día que es.
De lo que os quería hablar hoy es de otra de mis manías de bibliófilo, los puntos de lectura o marcadores. No puedo decir que me coleccione, aunque cuando compro en alguna librería nueva y tienen propios, he cogido siempre, me sirven como recuerdo. Por supuesto, tengo de esos que se regalan y que nunca sé cuándo usar, tan lujosos. Siempre elijo uno que me parezca adecuado al libro que empiezo, por el tema, ciudad en el que fue comprado, lo que sea, y a veces me cuesta elegir entre varios cientos (si a eso se le une mi costumbre de empezar un libro nada más acabar otro, os podéis imaginarme, por ejemplo a las 3 de la mañana rebuscando a ver qué le pega al nuevo libro).
Pero los marcapáginas más bonitos del mundo los vi en Praga, en el Callejón del Oro donde vivió Kafka. Son dos figuritas de metal unidas por un simple hilo de color (la belleza de nuevo de lo sencillo), pero las dos figuras tienen relación: un sol y una luna, un gato y un carrete, un golem y una estrella de David... Había unos cuantos modelos y me fastidió no poder comprarlos todos. Son absolutamente preciosos. El que marca el libro del que más estoy leyendo hoy, Nuevo elogio de la locura, del muy recomendable siempre Alberto Manguel, tiene unas gafas redondas como las de la "Madre" de la foto de Rodchenko que os pongo, con sus cristales y todo, y un libro abierto con letras y dibujos, alguno como un cuadrado inscrito en la circunferencia, ¿la cuadratura del círculo tal vez?
El enlace es http://www.kolos-alchemist.cz, aunque a mí no me ha funcionado.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Enemigo la Navidad? Mira si sirve de excusa inexcusable para reunirse con familia, amigos y conocidos que sin esta "obligación" no veríamos, pues...anda, dalo por bueno. Además no son las fechas sino como miramos o nos posicionamos en las fechas así que...enemigos nosotros de nosotros mismos.

Me encanta la sensibilidad que te hace elegir un punto de libro para cada lectura.Claro doblar la esquina de la página debe ser al menos sacrilegio ¿no? pero también tiene su sabor no creas: pasear el libro allá donde vayas, para no perder oportunidad de leer siquiera dos líneas , dormirte con él entre las manos, subrayar lo que más te emociona...para encontrar fácil emocionarte otra vez...
Mercedes

4:05 p. m.  
Blogger narrow said...

Bien, un comentario largo. Ya sabía yo que ese refilón sobre la navidad no iba a quedar impune. Pongamos que son vacaciones y que en ellas uno hace algunas cosas que le gustan y otras que no, y así todos contentos. ¿Doblar un libro, subrayar? No, los que tuvimos educación así como espartana, por no decir obrera, tenemos un respeto enorme a lo que se puede dejar a otros, somos así.

1:20 a. m.  

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