El neobarroco
Todavía desde Valencia, hoy en uno de esos días perezosos con aire, pero azules. Hoy toca una entrada a lo Vicente Verdú, donde se mezclan ideas con un leve nexo común.
Los que me conocen saben que desde años he hablado alguna vez del neobarroco, esa vuelta a la cultura de la apariencia donde lo importante no es lo que las cosas sean, sino lo que parezca que sean. Y de eso, en esta ciudad, saben mucho. Ya no sólo es por las fallas, con su imaginería irreal, sino por ese nuevo urbanismo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, todo fachada, envoltorio de lujo para interiores vacíos. Es un ejemplo paradigmático de este siglo y del fin del anterior: las colonias son más importantes no sólo por el envase (que sí) si no por la firma, lo que no huele; el pan aparenta ser algo que a las pocas horas deja de ser; edificios decrépitos son remozados con una capa de pintura color pastel (ese lavado de cara que dicen)..., el simulacro se convierte así en la única realidad y crea así una corriente por la que hay que descontar, como una gamba a la gabardina, lo que ya se sabe que no es esencial. De nuevo como en los tiempos de la columna salomónica y el pan de oro.
De fondo hoy suena un viejo grupo muy querido por mí, Japan y su "Gentleman takes polaroids" y de paso os recomiendo algo de Vicente Verdú, "El planeta americano" por ejemplo, como muestra de lo que se nos va viniendo encima.
2 Comments:
Un saludo. He estado leyendo tu blog y veo que compartimos ciertos gustos: Joseph Roth, las castañas, Woody Allen, los diarios de Trapiello...
Muchas gracias, conde-duque. También me suena haberte leído en el blog de sergio algora o de fran nixon.Y sí. compartimos bastantes gustos. Sé bienvenido.
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