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lunes, octubre 29, 2007





Manías de lector














No sé si serán los años, pero en esto del hábito lector, santo hábito, todo hay que decirlo, se me van acumulando manías. Sin ánimo de ser exhaustivo, aquí van unas cuantas de ellas:


- Leer varios libros a la vez, sobre todo cuando hay cambios de espacio (habitación, autobús, tren...) y, a ser posible, de diferentes géneros: cuentos, ensayo, poesía, novelas.


- No leer nunca dos libros seguidos del mismo autor. Antes no lo hacía y algunos autores me empacharon, como me pasó una vez con las gambas. No leer tampoco dos libros seguidos de la misma editorial.


- Buscar un punto de lectura "ad hoc" para cada libro, para que así hablen entre ellos y se cuenten cositas.


- Nada más acabar un libro, sea la hora que sea, empezar otro.


- Por supuesto, no marcar, doblar o subrayar ningún libro. Los que somos de familia pobre, eso de "distraxeren o enagenaren" que dice la excomunión de la Biblioteca de Salamanca, lo tenemos a gala. La mayoría de mis libros pueden pasar por nuevos, a no ser por el color que han ido perdiendo.


- "Nulla dies sine linea" decían los clásicos, y lo cumplo a rajatabla. Me cuesta recordar un día sin leer nada, hasta los papeles volanderos que van por la calle, que decía Cervantes.


- En la variedad está el gusto, así que hay que ir saltando de tamaños, gustos, géneros. Evidentemente que hablamos y hay novelas de verano, de invierno, géneros que en un momento determinado se nos atascan ("hoy tengo el cuerpo de Góngora", que decía el del rizoma en "Amanece que no es poco"), y hay que respetarlo y leer lo que nos pide el cuerpo.


- Muy a mi pesar, libro que empiezo, libro que acabo, aunque me cueste o me lo acabe leyendo en el cuarto de baño. Ahora estoy con Deseo, de Elfriede Jelinek, que me está costando un montón, pero al menos ya la he puesto en la lista negra para siempre y con conocimiento de causa.


- Siempre que se puede, conjuntar lectura y música, aunque las más de las veces acabe poniendo jazz no cantado, que me relaja y/o anima, según lo que leo.


La lista se puede hacer más larga, pero mi lavadora ha debido acabar ya y me pide atención.


P.S. Pues hoy, de música, pondré a Lou Donaldson, no precisamente este cd, sino otro que compré hace poco en BCN. Es un jazz-funk de esos que vas moviendo el pie mientras lees. Ideal.

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2 Comments:

Blogger conde-duque said...

Julio, eso de tener que terminar cada libro que empiezas debe de ser una verdadera tortura. Y ten cuidado, que con algún libro la manía puede acabar en suicidio.
Yo lo raro es que termine alguno... Como lector soy malo y caprichoso.

2:39 p. m.  
Blogger Alfonso said...

Algunas manías me las has contagiado, como la de los marcadores; otras, a mi manera: también escucho música muchos días cuando leo, pero para no oír la tele; lo de acabar libros que no me gustan, no lo hago, sino que los cambio en la librería por otros que espero me agraden; y lo de pasar de uno a otro, sólo a veces, que últimamente me cuesta mucho concentrarme en la lectura. Y me gustaría tener la manía de releer; cuando lo he hecho, he vuelto a disfrutar, y mucho, pero "ars longa, vita brevis", que dijo el clásico, y cada día descubrimos un nuevo autor interesante (ay, el catálogo de Acantilado...; ay, lo que se publica en idiomas legibles...; ay, la biblioteca pública...). Un saludo

8:11 p. m.  

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