De compras por el pasado
Ya sé que a veces estas prosas dan la impresión de estar escritas por un abuelo Cebolleta como el de los TBOs que siempre contaba historias de la guerra... de no sé sabe qué siglo. Nada más lejos de mi intención. No soy de los que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor, creo que hay de todo, lo que no impide que haya épocas que me atraigan especialmente (las vanguardias, la república de Weimar...) y elementos del pasado que me fastidia que desaparezcan, sobre todo referidos a cuestiones estéticas.
Por ejemplo, me gustan especialmente las tiendas antiguas, sobre todo algunas tiendas de comestibles, las de "ultramarinos" (bonita palabra, parecía que vendieran cecina de sirena o algo así...), ésas que hay en los pueblos donde te venden bombillas, bacalao al corte (con su bacaladera) envuelto en papel de estraza gris, legumbres al peso, clavos por unidades y tamaños, semillas... Todo lo que uno podía necesitar y no podía fabricar.
También me atraen mucho las ferreterías, sobre todo ésas que tienen cientos de cajoncitos diminutos, cada uno con su bisagra, pasador, tirador o lo que sea, de muestra clavado para saber qué hay dentro. De hecho, uno de los bares más bonitos que conozco está en Reus (tierra de bares donde las haya?) y se llama La ferretería, y es untigua ferretería en la que han dejado la antigua tienda como atrezzo para el bar. O las tiendas de paños y telas, como ésta que os pongo de Oporto, con sus miles de telas de colores enrolladas, sus columnas de hierro, su olor a tejido limpio...
Además, me suele gustar mucho la tipografía de los rótulos, con letras típicas de primeros de siglo, e, incluso, en ocasiones con figuras o esculturas alusivas a lo que se vende (prometo colgar una de Viena de magia, con su conejo enorme saliendo de una chistera), como una que me encontré también en Oporto (Portugal es un paraíso para estos viajes a la nostalgia) con un grifo de un metro en la fachada.
Otro día hablaremos de mercados...
P.S. ¿Qué pongo de música? Os digo lo que está sonando, que creo que ya lo comenté un día, M. Ward y su Transfiguration of Vicent, que no me cansa nunca. Pero también podía ir algo de Dixie tipo La locomotora negra, o "Terror en el hipermercado", por contraste...
Etiquetas: tiendas, vida cotidiana.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home